miércoles, 13 de enero de 2016

ROSQUILLAS DE ANIS

        Una de las recetas más clásicas de la repostería casera son las rosquillas de anís. Quién no las ha probado alguna vez....

      Son un clásico y el toque de anís les da un sabor muy rico.


    Si no te gusta esta bebida puedes hacer unas rosquillas de anís sin anís, jejeje..., también quedan muy buenas. 

       Como en todos los dulces encontrarás muchas formas de hacerlas, te voy  a dar una opción que en mi casa gusta mucho a ver si te animas a probarla, es muy sencilla.



Para 24 rosquillas de anís


INGREDIENTES



  • 2 huevos
  • 6 cucharadas de aceite de girasol ( o aceite de oliva suave)
  • 6 cucharadas de leche
  • 2 cucharadas de anís
  • 6 cucharadas de azúcar
  • 8 gr. de levadura química
  • Harina la que lleve (he utilizado  330 gr.)
  • Aceite de girasol (o aceite de oliva suave) para freír
  • Azúcar para espolvorear al final (puedes utilizar tanto azúcar glas como azúcar normal, a tu gusto)

PREPARACIÓN

1. Colocamos en un bol los dos huevos y todos los ingredientes líquidos, es decir, las 6 cucharadas de aceite, las 6 cucharadas de leche y las 2 cucharadas de anís. Batimos hasta mezclarlo bien.

2. A continuación añadimos las 6 cucharadas de azúcar y seguimos batiendo hasta que esté todo integrado.


3. Vamos a empezar a agregar la harina poco a poco. Para ello vamos a separar una taza y a mezclarla con la levadura, esta mezcla es la que añadimos en primer lugar y removemos hasta que se incorpore bien.

A partir de aquí vamos a seguir añadiendo harina y removiendo hasta conseguir una masa homogénea que no se pegue al recipiente y se maneje bien. La cantidad de harina a utilizar hasta conseguirlo puede variar un poco (de ahí que muchas veces veas recetas en las que no pone cantidad sino que pone la expresión "harina la que lleve") pero para que tengas una orientación he utilizado 330 gramos en esta ocasión.



Llegará un punto en el que puede que te resulte complicado trabajar la masa, puedes pasar entonces a utilizar las manos. 
Para que no se te pegue la masa a las manos las espolvoreas de harina o las untas de aceite y así te resultará mucho más fácil seguir amasando.


4. Una vez tenemos la masa preparada vamos a coger porciones pequeñas y a dar forma a las rosquillas de anís. No las hagas muy grandes porque al freírlas aumentan su tamaño.
Podemos hacerlo de dos maneras, o bien hacemos una pequeña bolita que aplastamos un poco y luego le hacemos un agujero en el centro con el dedo, o rodamos cada porción por la mesa hasta que tengamos un churrito cuyos extremos unimos o colocamos unos sobre otro. 

Para freír las rosquillas tranquilamente te aconsejo que les des forma antes de poner el aceite en el fuego.

Recuerda, al igual que cuando amasamos, untar las manos y la superficie donde las vayas a ir colocando con harina o aceite para que no se pegue la masa.


5. Y ahora a freír. Ponemos la sartén con abundante aceite en el fuego y cuando esté caliente comenzamos a freír las rosquillas por ambos lados. No conviene que el aceite esté muy caliente o se dorarán por fuera y quedarán crudas por dentro.



6. Una vez doradas por ambos lados las sacamos y las colocamos sobre papel absorbente para que escurran el exceso de aceite.

7. Por último ya sólo queda espolvorearlas con azúcar. Aquí puedes hacerlo a tu gusto, utilizando más o menos cantidad de azúcar y utilizando azúcar glas o azúcar normal, quedan estupendamente de las dos formas.



        Como puedes comprobar en un momento hemos elaborado unas deliciosas y tradicionales rosquillas de anís caseras.
        ¡¡¡¡¡Ya tenemos el desayuno chic@s!!!!!



       

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